Evita el uso excesivo de los adverbios que terminan en -mente


Se ha escrito mucho de la costumbre mala de emplear demasiado los adverbios acabados en –mente en la literatura. No se trata de una regla fija, pero lo cierto es que no conviene abusar de ellos.

Así­ lo explicó el ganador del premio Nobel de Literatura, Gabriel Garcí­a Márquez:

“La práctica terminó por convencerme de que los adverbios de modo terminados en «mente» son un vicio empobrecedor. Así­ que empecé a castigarlos donde me salí­an al paso, y cada vez me convencí­a más de que aquella obsesión me obligaba a encontrar formas más ricas y expresivas. Hace mucho tiempo que en mis libros no hay ninguno, salvo en alguna cita textual”.

El uso excesivo de adverbios terminados en mente tiene varios inconvenientes:

  • A menudo no aportan información nueva; de hecho, pueden ser redundantes (No pudieron evitar que el vehí­culo quedara totalmente calcinado. La definición de calcinar es “abrasar por completo, especialmente por el fuego”).
  • Nos quedan palabras demasiadas largas que ralentizan la lectura.
  • Aburren al lector con tanta repetición de aquellas cinco letras.

Evitar el uso de adverbios que terminan en “mente” no significa nada más sustituirlos con adjetivos. Es incorrecto hacer eso pero lo leo en bastantes libros. Cada vez que lo veo me da pena ajena. La mayorí­a de los “mentes” pueden sustituirse 1) junto con sus verbos, por un verbo más descriptivo; o 2) por palabras con significado equivalente.

En cuanto al primero, aquí­ te doy un ejemplo. Comencemos con una oración corta:

Cuando mi novia Xochitl se enteró de la noticia, corrió rápidamente a su tí­a y la abrazó.

Eliminemos “corrió rápidamente” y busquemos un verbo más interesante que aporta la información que queremos transmitir al lector. En este ejemplo, podrí­an ser opciones válidas frases como las que te escribo a continuación:

Cuando mi novia Xochitl se enteró de la noticia, se apresuró a su tí­a y la abrazó.

Cuando el doctor Sánchez se enteró de la noticia, se precipitó a su padre y lo abrazó.

Cuando mi colega Patricia se enteró de la noticia, se apuró a su prima y la abrazó.

Con un poco más de ambiente, sabrí­amos cuál serí­a el más adecuado para nuestra situación. Por lo menos, al esquivar el menos deseable “mente”, tenemos oraciones más interestantes y un poco más descriptivas.

Ahora, veamos algunos ejemplos de la segunda manera de evitar los «mentes»:

En vez de «actualmente, usa «hoy en dí­a».

En lugar de «afectuosamente, usa «con afecto».

En vez de «antiguamente», usa «antes», «antaño» o «en el pasado».

En lugar de «cariñosamente», usa «con cariño».

En vez de «claramente», usa «con claridad».

En lugar de «completamente», usa «del todo» o «por entero».

En vez de «comúnmente», usa «por lo común».

En lugar de «definitivamente», usa «sin duda».

En vez de «detalladamente», usa «con detalle».

En lugar de «diariamente», usa «a diario».

En vez de «eventualmente», usa «algún dí­a».

En lugar de «evidentemente», usa «es evidente que».

En vez de «excesivamente», usa «demasiado».

En lugar de «exclusivamente», usa «solo» o «nada más».

En vez de «finalmente», usa «para terminar».

En lugar de «frecuentemente», usa «a menudo» o «con frecuencia».

En vez de «generosamente», usa «con generosidad».

En lugar de «indudablemente», usa «sin duda».

En vez de «inicialmente», usa «al principio».

En lugar de «lentamente», usa «poco a poco».

En vez de «literalmente», usa «al pie de la letra» o «palabra por palabra».

En lugar de «lógicamente», usa «como es lógico».

En vez de «naturalmente», usa «claro que».

En lugar de «necesariamente», usa «a la fuerza».

En vez de «periódicamente», usa «de vez en cuando».

En lugar de «permanentemente», usa «siempre».

En vez de «principalmente», usa «sobre todo».

En lugar de «provisionalmente», usa «de forma no definitiva».

En vez de «momentáneamente», usa «por el momento».

En lugar de «rápidamente», usa «de prisa».

En vez de «recientemente», usa «hace poco».

En lugar de «solamente», usa «solo» o «nomás».

En vez de «solemnemente», usa «con solemnidad».

En lugar de «temerosamente», usa «con temor».

En vez de «totalmente», usa «del todo» o «por entero».