¡Que viva la raya!


Durante el último siglo, ha habido una disminución constante en el uso del punto y coma. Algunos autores aclamados del siglo XX incluso han llegado a rechazarlos. A George Orwell no le agradaron. Donald Barthelme escribió que los puntos y comas son “tan feos como una garrapata en el vientre de un perro”. Fue la creencia de Kurt Vonnegut que la primera regla de la escritura creativa era “no usar el punto y coma. Son hermafroditas travestis que no representan absolutamente nada”.

¡Qué renuncio tan fuerte!

Estoy del lado de aquellos que eligen usar el punto y coma solo en el sentido más estricto. Para ser honesto, siempre que veo uno, me estremezco. Muchas veces, como escribió el señor Vonnegut, parece que el punto y coma solo existe para “demostrar que has asistido a la universidad”. Parece que la gran mayorí­a de las veces que se usa es simplemente para conectar dos oraciones completas. ¿Por qué no crear dos oraciones separadas?

Para aquellos momentos en los que solo hay una cláusula después del punto y coma, existe una alternativa. Una que definitivamente prefiero: la raya. No estamos hablando aquí­ de una nueva revolución —en el siglo XIX, la raya contaba con Emily Dickenson entre sus admiradores—.

El punto y coma se ha utilizado como lo que podrí­a llamarse una hipercoma. Los usos más habituales han sido:

  • Unir oraciones estrechamente conectadas. Por ejemplo: Janet experimentó los efectos secundarios de la receta; estuvo mareada y con náuseas durante horas.
  • Para dar una pausa más fuerte que una coma. Este uso es discrecional. Una coma (o una raya, pista, pista) será suficiente, pero se necesita una parada más fuerte. Por ejemplo: Los informes sobre los daños causados por el huracán fueron muy exagerados; de hecho, la tormenta no fue un «huracán» en absoluto.
  • Dentro de una lista que también tiene comas. Por ejemplo: Las partes en el caso de custodia eran Charlie, el niño; Hank Thomas, el padre biológico; y Sam y Clara Smith, los padres adoptivos.

La única vez que un punto y coma triunfa sobre la raya es en el tercer punto anterior. Usar rayas en esta situación harí­a una oración muy difí­cil de manejar. Con los dos primeros ejemplos, podemos intercambiar fácilmente el punto y coma por un punto, poner en mayúscula la siguiente palabra y crear dos oraciones.

La raya se usa para marcar una interrupción en la estructura de una oración. La verdad es que tiene muchos usos. Más especí­ficamente, se puede usar:

  • Para poner en marcha una frase insertada que, por lo que modifica, debe ir en medio de una oración. Ejemplo: En los Estados Unidos —como en cualquier otro lugar— la libertad de expresión se limita a los muertos.
  • Para enfatizar una frase entre paréntesis que desee resaltar. Ejemplo: Dicen —es decir, los expertos de béisbol— que me resultarí­a más fácil a mí­ pegar una bola rápida a medida que tenga más práctica.
  • Para agregar una ocurrencia tardí­a importante. Ejemplo: Era diciembre cuando los trabajadores del sindicato lo enterraron el solsticio de invierno —el dí­a más frí­o del año—.
  • La raya de cierre en los incisos no se suprime aunque detrás de ella deba aparecer un punto o cualquier otro signo de puntuación. Ejemplo: Esperaba a Marcos —un gran amigo—. Por desgracia, no vino.
  • En lugar de comas, dos puntos y paréntesis.
  • Para ser delimitadora, empleada para introducir un segundo discurso en un diálogo.

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La raya da una pausa más limpia y fuerte que el punto y coma. Sin embargo, debemos tener cuidado de no abusar de nuestra amiga. No debe haber más de un uso en una oración. Algunas personas dicen que no deber haber más de un uso en un párrafo completo. Creo que eso se irí­a de la mano, pero demasiadas rayas dificultan la lectura, que es lo contrario de lo que queremos.

A menudo, veo a autores utilizando uno o dos guiones para representar una raya. Esto es incorrecto y no se ve bien. Es entendible por qué recurren a los guiones —no hay una tecla para la raya en el teclado QWERTY—. Pero no hay porqué temer: ¡la combinación de teclas ALT está aquí­! Simplemente mantén presionada la tecla ALT mientras introduces los números 0151, y ¡aparecerá una de esas rayas largas!

La raya es muy versátil y sexy. Compárala con el viejo y pesado punto y coma. En cuanto a mí­, me quedo con la primera. No estoy diciendo que no uses el punto y coma. Nada más intenta usarlo de una manera mucho más juiciosa. Lo que digo yo es —deja que brille la raya—.